Amuñar poemas sueltos unir suspiros se alarga el viento del otoño duermen amapolas resbalan días se cansan las tardes y se abren ojales el tiempo trae un olor de conversaciones de ventanas confundidas quiero descolgar mis ropas sacudir el frió antes que mi cara se note pálida besare esa ausencia no se si podre bosquejar olvidos me abrazare a mi vestido y seguiré perfumando mis inviernos.
Tejer pájaros justo en las horas de calles dormidas rumorea un poco la soledad en libros deshojados con olor a días viejos se escaparon de mis bolsillos las margaritas frías no pude escribir en los manteles tendidos ni pintar agujas oler alelíes en días de siestas esperare otoños con murmullos de café soltar los enjambres dolorosos pronto dejara de sonar el viento y se acostaran mis palabras siguen las almohadas suspirando ventanas mañana desenrredaré este letargo que me trajo diciembre.
LEDESKA DERECHOS RESERVADOS.
jueves, 25 de noviembre de 2010
Tarde con alientos de hojas resecas encajes añejos de arboles tristes de otoños sin pantuflas de lana descansan las aves los silencios se sienten vacíos pero siempre hay ruidos que crujen paredes el viento se asoma siempre en las esquinas y a cada momento las cortinas están nerviosas arroparse temprano para que la lluvia se columpie en las nubes tejas que piensan en las mariposas desvestidas cerrar el portón cuando las palabras ya no hablan no es un otoño distinto el tiempo aun sigue en los manzanos quebrados la tristeza esta ahí mirando por las rendijas y mis mejillas esperan pálidas el momento de sentarme en el atril del día.
Un otoño también olvidado deja susurros de pájaros solos el orégano ya seco se coloca zapatos lo domestico siempre es mio planchar lágrimas tender pensamientos cocinar otoños siempre mis ojos húmedos y entumecida soledad el hastió ya no se mudo el frió trae canastos con leñas en el delgado hilo de vida me sujeto a las puertas y miro cuanta tristeza tengo las almohadas destiñeron mis cabellos me hace falta campanas sosegadas y meses con murmullos de lirios vivir mi tiempo con otoños despiertos.
Respiran los lienzos de un día domingo donde los pájaros buscan palabras a los nísperos anaranjados las cosas rasguñan pálidas nubes mis ojos tienen sueño la ventana sigue sin bufanda una anemia me abraza sin remedios hace mucho olvide el periódico y solo se cocinar bostezos el silencio me estornuda al borde de las luciérnagas hay manzanas que esperan las lluvias del otoño la soledad se humedece y afuera los zancudos sujetan los hilos de las lágrimas hace mucho las nubes envejecieron.
Atardece con frió las frutas se arrugan siempre mirando por la ventana arropando mi alma con olor a enfermedad dificulto mis movimientos siempre hay otoños con hemorragias silbo al silencio palpando abejas tristes por entre los encajes de las cortinas las mariposas rezan el aliento se hace hondo hay rendijas en cada cosa las pinzas de la ropa sujeta caracoles y el azul gris dibuja azúcar con color a nubes se arrodillan también mis manos entro de pronto al ultimo suspiro cuando se acuestan a mi lado todas las hojas arropadas de amarillo.