jueves, 26 de agosto de 2010

DERRAMADO ABRIL



Al borde de tu otoño
nuestros rostros se perdían en tu presente
callabas a tu risa en los días de penas
a las seis de la tarde mudabas hojas
encendiendo cigarrillos te detenías a limpiar el polvo
de tu barba
después el sol respetaba tu silencio
derramado abril
distraidos tus ojos
atareabas el campo
y jugabas a los escondites con los pájaros
nunca retorno lo perdido
te bendigo Padre por todos esos otoños
cubiertos de tristezas
ya no deben nombrarsé las cosas
es hurgar en el dolor.

2 comentarios:

  1. Emotivo, precioso. Me ha calado muy hondo, me ha emocionado, Ledeska.

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  2. preciosísimo poema. Te ha salido de las entrañas. Me ha gustado mucho leerlo y me ha hecho compartir tu sensibilidad y emoción

    bs

    Juan Carlos

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