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EL HASTIO YA NO SE MUDO
Un otoño también olvidado
deja susurros de pájaros solos
el orégano ya seco se coloca zapatos
lo domestico siempre es mio
planchar lágrimas
tender pensamientos
cocinar otoños
siempre mis ojos húmedos
y entumecida soledad
el hastió ya no se mudo
el frió trae canastos con leñas
en el delgado hilo de vida
me sujeto a las puertas
y miro cuanta tristeza tengo
las almohadas destiñeron mis cabellos
me hace falta campanas sosegadas
y meses con murmullos de lirios
vivir mi tiempo con otoños despiertos.
LEDESKA
DERECHOS RESERVADOS.
"lo domestico siempre es mio
ResponderEliminarplanchar lágrimas
tender pensamientos
cocinar otoños"
¡Que bellos versos!
Tienes un estilo muy propio.
Un abrazo
muy bello texto. como todo lo que nos compartes.
ResponderEliminarbesos