Atoradas las hojas
con insomnios de otoños
se enredan en verbos de mañanas frías
respiran cielos grises
como sortilegios en los bolsillos de los pantalones
acarician quejumbrosas la soledad
como siluetas recojidas se esparcieron en otoño
lloran aburridas bajo los arboles
y burlan a las nubes
cuando gritan las amapolas las hojas aman el silencio
son languidez de días dominicales
caen desde las solapas de las ramas
hasta las tardes que esperan brisas
se despiden calladas destilando tanto olvido.
LEDESKA
DERECHOS RESERVADOS.
Deberías editar un libro con estos poemas que se titulara "Tardes de Otoño!
ResponderEliminarDespués otro dedicado a otra estación, hasta llegar a las cuatro.
Tendrías en tu haber, las cuatro estaciones del año, como Vivaldi, pero tu obra en palabras.
Un abrazo
me gusta tu propuesta: ser y naturaleza.
ResponderEliminarbesos