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HUBO MUCHAS ROPAS TENDIDAS
Como las flores amarillas
asomadas en las cortinas
el otoño nos esperaba
era la hora de las ciruelas azules
y de trenzar nubes
es difícil el crepúsculo cuando llueve
el manzano solo espera el humo
de los cigarros de las luciérnagas
muchos insectos descalzos
muchas espigas besando al viento
sillas sentadas en la melancolía
me acomode a los octubres helados
hubo muchas ropas tendidas en las ventanas
se sueltan los botones
de las faldas de las amapolas
los encajes del día sostienen azucenas.
LEDESKA
DERECHOS RESERVADOS.
Admirable, sabes que contigo el otoño es más otoño. Esa nostalgia que danza entre tus versos, añoranzas, recuerdos...
ResponderEliminarUn besote enorme Ledeska
Melodiosos otoños son tus poemas, nos susurran a un tempo piano, piano, envolviéndonos de melancolía.
ResponderEliminarUn beso
Sigo viendo entre tanta tristeza otoñal mucho aire de primavera, estación que anuncia muy anticipadamente la idea misma de (re)nacimiento de vidas, inquietudes y sueños. En pleno mes de octubre, Ledeska, abril ya quiere acariciarte.
ResponderEliminar¡Salud!
Gracias Printova... el otoño siempre esta en mi... con el sabor de la lluvia... el olor al humo... hojas y flores llorando...
ResponderEliminarLedeska
Mercedes en el susurro de mi otoño... te confio secretos.... y junto a las hojas nos espera un café...
ResponderEliminarLedeska
Far abril ya me trajo cortinas nuevas.... puertas limpias... y un mantel lleno de maripozas azules...
ResponderEliminarLedeska
llegó la hora de las ciruelas azules y llegó el momento, aunque sea repetivo como las flores de todas las primaveras, que es un poema bello, lindo
ResponderEliminarUn Beso