Soleado el huerto en mañanas de aves
la tierra huelé
quieto en su melancolía recita los versos
gesticula silencios
sus años no son de calendarios
se bordaron los aromas
y las madreselvas rieron
el era feliz desde las tres
vestía de roció todas las verduras
pintaba los nidos
sembraba paciencia
trillaba humildad
dormía en su sombra
las ortigas se tragan los surcos
y hacia un rosario de habas
cosechaba todas las letras
para perderse en su propia distancia
hace señas desde la casa
era solo a las promesas.
LEDESKA
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¡qué chula la foto! creo que se ven júdías y lechugas, entre otras. Sabes, en Albacete-España, tengo un huerto ecológico. No me digas que eres aficionada a la horticultura y/o tienes tb uno.....
ResponderEliminarEres muy trabajadora. Es duro mantener al día tantos blogs. Me da la sensación, corrígeme si me equivoco, que este bonito poema, está dedicado a una persona importante para tí, que ya no está cerca....
Un Beso muy cariñoso
Juan Carlos
Como esas rorantes matas de zarzaparrilla
ResponderEliminarcon sus rútilas gotas de sangre
sobre la nieve más sana,
más pura,
en el último rincón
de la huerta más austral del universo.
Juan Pablo Riveros
Sin duda, en el huerto se es feliz desde que entras, sean las tres de la tarde o los siete y media... muy bonito tu poema.
saludos.