Solo en otoño las muecas del frió me sirven un café el silencio es de color y la melancolía se ovilla las manos son de junio y la mirada de hojas amarillas pájaros ausentes de tardes calladas y lloran los arboles en esta estación y el aroma de los días es un hastió los parques están despiertos de frió se oxidan las hojas y las palabras son susurros lejanos cielos pálidos y mutados como un quejido el otoño cierra los lirios hoy sobran hojas heladas y palabras que insisten ser verdad alargo mis lágrimas porque en este tiempo no habrán cartas recibidas aguarde impacientemente el cansancio de otoño cuando en el borde roto de tu rostro no encontré nada me pesan aun muchas madrugadas en pobreza cuando mastique llanto y lluvias pero hoy es otoño y llevamos finjiendo demaciado tiempo.
Busco en mis bolsillos sombríos un domingo de álamos talados cuantos soles de otoños me perdí dolidas las hojas caen esperando alcanzar los septiembres fríos frutos silvestres se desprenden olvidados en tiempos de lluvias no puede demorar las migajas del otoño mis días están llenos de palabras y remolinos de amnesias traídos por el viento encojidos y ajados como libros desgarrados los álamos van deshilachando vidas se ven anónimos y sensatos entre las cosas revueltas en otoñales semanas todo es desteñido me abrigo al murmullo del sol aroma húmedo de acuarelas y de caducas estaciones.
Otoñales arboles oxidados entumecidos de nostalgias y letanías dormidas de puntos suspensivos entre hojas y largos inviernos y últimos otoños junto a ellos caducan muchas cosas las acuarelas esperan los mañanas constantes para pintar tenues brisas el viento tiene mi nombre que cada diciembre lo grita en silencios quietos se que en sus cuerpos hay mas otoños pendientes que simulan muecas y que desearían abrazarse a las ultimas silabas del frió juegan los crepúsculos a las escondidas en esta estación hay un olor a viento corrugados parpadean cuando van a morir de pie se resquebrajan cuando han quedado descocidas sus hojas el tiempo los arrastra entonces ya no es la lluvia que los moja sino las lágrimas ya no hay escusas para abandonar el silencio cuando el gris octubre se canse abran otoños frecuentes que coleccionen preguntas.
Pájaros traviesos entrelazados en ramas los caquis anaranjados mimetizan las hojas castañas y nueces saborean mieles de otoño las nubes pasan de largo y sobre el canasto las frutas barnizadas sosegado es el silencio que compone amaneceres cuando se dibujan los atardeceres otoño es el néctar de los azahares y las frutas de soñadoras lluvias y mermeladas de higos de trigos primerisos y charcos de infancias aromas a canelas y canastos de mimbres es el preludio de sol y vendimias de largas horas en silencio y cálidos abrazos y dedos que dibujan penas sobre cristales empañados bolsillos impregnados de yerbas y verbos mudos junios en los que no quisiera despertar...
Sembramos con pajaros los versos y los azahares se arrinconaron en otoño se sostienen las ramas como suplicando un destino y se muestran las tardes ante mis mejillas me sobrecoje la soledad cuando desabotono mi abrigo junto al otoño comence el inventario de este secreto el olor de la frutas es como el murmullo de las aves que despiden todas las estaciones todo se ve quieto y mis largas piernas han dejado atras hojas rojas lloran las ventanas cuando el sol obsequia margaritas el silente dia se destiñe y los arboles mohosos dicen adios a las ultimas evidencias que el otoño llego rehilare las soledades y juntare todos los octubres para amarte cuando los crepusculos anaranjados enmudescan los labios y en los encajes de las hojas marchitas languidezca la lluvia.
Tímidos fríos de tardes cortas recuerdos que migran y trocitos de vientos que se llevan sonrisas pinceles que pintaran rayitos de sol porque al otoño no se le olvido teñir de colores los momentos se llenan de agua mis zapatos y el paraguas llena mis bolsillos de lluvias tristes..... pero es otoño..... oxidada en mis tiempos las letras no repitieron las fechas ni mis manos estarán con besos solo me queda papel mojado de lágrimas y un poco de versos el tiempo disfrazo los abrazos entonces me perdí en el ocre otoñal en una triste fotografía espere nada bese los silencios entre cigarros perdidos y junto al frió admire el otoño en mi jardín el aliento del otoño suspira cuando agoniza noviembre se barren marchitas las calles que persiven soledades aun se destilan palabras que condenan una sublimada tristeza hojas áureas y violetas del alba acompañan el aire de otoño.
Acuarelas anaranjadas de las tardes sobre los girasoles se detuvo en una tarde el otoño y en la lluvia perdí el amor hay muchos trenes despidiendo añorosos sentimientos y hubo una locura parpadeante que no permitio entrelazar los relojes de tu tiempo y mi distancia acaricio el silbido del viento y mi rostro espera que el pasado me hable de ti olvido mis razones de amarte en otoño y solo escucho los alaridos de los perros con frió anónimo te amo y llorando te recito versos teje en mi piel las hojas que nos animan al atardecer porque en mi memoria hay muchas ausencias y solo se recordarte en días de frió cuando los pájaros corren el mañana en tiempos de ayer se esconde.
Espero un poco de palabras reposadas en las avenidas porque mis ojos se abren estáticos cuando las lágrimas mojan los cristales acurrucada en mi otoño duermo extrañando cada parte de los días que me dejaron sola sacudí todos los pétalos de mi vestido trenzada junto al viento camino en las veredas con hojas rojas hay viejos dolores en otoño se enmudece el tiempo cuando llora la lluvia en las casas se duermen los vacíos cuando se acerca al borde de la pena tu ausencia mis labios tragaron el llanto de los días desde entonces me quedo en otoño añorando tu abrazo bordando con versos mi nombre y tus letras resbalan los sentimientos es mi otoño con distintos colores desamarro tu recuerdo en este abecedario de promesas se descuelgan mis años y en la casa vieja se queda mi secreto en oleo esta mi rostro con tristezas en mis respiros tu imagen y en el silencio las acusadas mentiras me retuerzo de frió cuando me acoge mi cama de invierno sepultare las decisiones porque en gélida pena nunca te conocí pero en otoño te ame...
Mariposas amarillas de un otoño son tantos mis domingos coleccionando hojas y dialogando con mis versos rutinarios un domingo que entre por la ventana y me aturda con el sol y el manzano se luce desnudando otoños tristes tarde de jazmines y lluvias soñolientas perfume de flores diluidos en días de frió el viento lacero los troncos ahuecados disecare las palabras para tejerles ropas a los arboles vacíos que descansan en el olvido ocre bancos de parques y un sol reposando en las hojas todo es un otoño de agonías pasajeras se adelgazan las risas y se delinean los adióses pedaleo ceñida en tristezas te quedas en estaciones pendientes mientras el domingo me asegura una tarde mas de soledad me hablan los murmullos del día leo nuestro silencio cuando se despide la vida tapizada de anaranjados momentos las hojas olvidan mi rostro...
Aliento y brisa tejida piel resurgen sueños se hilan poemas piel y otoño frutos maduros secretos de días fríos hojas amarillas anteriores lluvias besos en la piel y hojas rosando rostros el ruido del otoño me dice tu nombre han tardado en florecer los tulipanes y yo aun te amo las tardes oscurecen mas aprisa se anudan nubes formando tormentas y solloza la lluvia bajo el silencio hay hojas caen los párpados del otoño y quedan huerfanos mi piel y los arboles me murmure al oído y dormí entre pétalos deslizados cuando el otoño esta en mis versos.